Los cinco retos principales a los que se enfrentan los agricultores y que los bioplaguicidas botánicos pueden resolver
1. El impacto químico
El reto El uso intensivo de plaguicidas tradicionales es una gran preocupación para la salud humana y para el medio ambiente. A pesar de la tendencia en todo el mundo hacia una disminución del uso de pesticidas tóxicos, estos siguen siendo las principales soluciones utilizadas por los productores para combatir las enfermedades de las plantas.
Los bioplaguicidas de base botánica se crean utilizando ingredientes derivados naturalmente. Son seguros para la flora e inofensivos para los seres humanos. Los bioplaguicidas botánicos pueden reducir en gran medida el uso de pesticidas convencionales y el impacto químico, ofreciendo una protección biológica más saludable para las plantas.
2. Adaptabilidad de la enfermedad
El reto Las enfermedades foliares son altamente destructivas para los cultivos agrícolas, lo que resulta en un rendimiento considerablemente menor de los cultivos y en una disminución de su calidad. Convencionalmente, este tipo de enfermedades se controlan empleando plaguicidas tradicionales. Sin embargo, con el tiempo, muchos patógenos de cultivos agrícolas han desarrollado resistencia a dichos pesticidas, lo que aumenta el riesgo de pérdida de cultivos y escasez de alimentos.
Mediante el uso de bioplaguicidas botánicos, que contienen diferentes moléculas generadas naturalmente, la probabilidad de que los patógenos de los cultivos se vuelvan resistentes a los bioplaguicidas es muy baja. Por esta razón, los bioplaguicidas botánicos ofrecen una alternativa atractiva a los pesticidas sintéticos y una herramienta importante en la gestión de las resistencias.
3. Marco de tiempo de la aplicación
El reto Al utilizar pesticidas químicos, los cultivadores tienen limitaciones de PHI (Pre Harvest Interval, Intervalo Previo a la Cosecha, por sus siglas en inglés) relativamente largas y deben esperar entre la aplicación del pesticida y la cosecha a fin de poder minimizar los residuos de los plaguicidas.
Dado que los plaguicidas botánicos son seguros y no son tóxicos, tienen unas limitaciones de PHI más cortas y los tiempos de espera entre la aplicación y la cosecha pueden variar de cero a solo dos días.
4. El mercado (y la regulación) se dirigen hacia soluciones orgánicas
El reto Existe una creciente concienciación de los consumidores con respecto a los riesgos para la salud y el medio ambiente asociados con los pesticidas sintéticos. La demanda del mercado de alimentos más seguros y productos sostenibles está en auge. La regulación sigue esta tendencia y requiere soluciones biológicas más saludables que reduzcan los residuos químicos.
Los bioplaguicidas botánicos son seguros para los trabajadores y para el medio ambiente. Estos ayudan a los productores a cumplir con los estándares de alimentos orgánicos y a producir alimentos «libres de residuos». Además, por lo general, los bioplaguicidas botánicos no tienen detecciones de residuos, lo que aumenta el acceso de los agricultores a los mercados de exportación rentables.
5. Rango más amplio de control de enfermedades
El reto En la actualidad, algunas enfermedades foliares son endémicas en muchas regiones, y los productores necesitan soluciones efectivas que sean seguras para su uso en verduras, hierbas, viñas, arroz, soja, café, banana y diferentes árboles frutales.
Los bioplaguicidas de base botánica, utilizados solos o en combinación con productos de protección de cultivos convencionales, son efectivos contra un amplio espectro de enfermedades de plantas. Estos mejoran la eficacia y aumentan el rendimiento. La combinación de pesticidas sintéticos y biológicos reduce la capacidad de las enfermedades para desarrollar resistencia y prolonga la eficacia del ingrediente activo químico.
STK está orgullosa de ser una de las pocas compañías en el ámbito biológico que centra sus esfuerzos de I+D exclusivamente en el desarrollo de soluciones de base botánica (BBS).
No son tóxicos: Los productos botánicos suelen contener un potente modo de acción que puede obstaculizar el crecimiento y el desarrollo de una plaga, limitar su capacidad de reproducción o afectar a su ecología, todo ello con una toxicidad muy baja.
Están bien hechos: La rica diversidad estructural de los derivados naturales, en comparación con las estructuras moleculares limitadas utilizadas en la química orgánica, proporciona unas estructuras útiles para desarrollar nuevas clases de plaguicidas basadas en la botánica.
Son sinérgicos: Las formulaciones de base botánica son estables y más fáciles de combinar con productos químicos sintéticos tradicionales, lo que permite crear productos combinados más efectivos y programas de pulverización más diversos
Son naturalmente compatibles: Las soluciones de base botánica (BBS) cuentan un mecanismo de acción más amplio que otras soluciones biológicas. Se combinan con una planta de forma natural, permitiendo un espectro más amplio de objetivos, aplicaciones y uso
Son sencillos: Los productos de base botánica son más fáciles de manejar en términos de embalaje, vida útil y estabilidad del producto
Son respetuosos con el medio ambiente: Se considera que la mayoría de los productos biológicos tienen unas perspectivas más sólidas con respecto a la seguridad ambiental, la biodegradabilidad y la renovabilidad.
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